Sep 11, 2005 - El negocio del turismo en China

En el fondo os digo que los chinos tampoco son tan mala gente (ni tan incultos ni tan irrespetuosos) Por lo menos en lo que respecta al turismo y su gestión. Simplemente van a lo que van, como son ellos, directos y con las ideas claras. La suya del turismo: sacar el máximo dinero del turista (nacional y algún internacional que ande por aquí) caiga quien caiga.

Bueno, se han cargado o lo van a hacer pronto, ciudades míticas dentro de la historia de la ruta de la seda como Kashgar, Yarkand o Turfan entre otras. Pero no hay que verlo en negativo. Todos sabemos que los Chinos piensan diferente. Veámoslo pues en su perspectiva: ellos han modernizado estas ciudades. Han tenido el detalle de asfaltar carreteras, poner electricidad, agua, hacer edificios nuevos y limpios, poner carteles de publicidad por todas partes, crear y traer miles de tiendas... Siendo honestos han dejado algunos barrios sin tocar. Y eso es lo único que les debe joder a los chinos: no haber podido cuadricular absolutamente toda la ciudad, borrando estos barrios antiguos por completo y que son el reflejo de como vivía la gente hace anos, con oficios artesanales, viviendas clásicas, pequeñas calles serpenteantes... Podían haber restaurado esos barrios preservando su carácter, pero supongo que eso era muy caro o difícil, así que para que molestarse. En su lugar, en Kashgar, cobran por visitar estos barrios! En pleno centro han puesto taquillas recaudatorias...

Así que en urbanismo turístico esta claro: Blanco o negro. O los han arrasado los barrios antiguos o los han arrinconado y olvidado, sumiéndolos en un estado de semipobreza sorprendente dentro de urbes modernas y organizadas como son todas las chinas (por pequeñas que sean) Y el turista, obviamente, ve unas zonas atrasadas, pobres y demacradas, que supongo que es lo que interesa, para que así el gobierno tenga presión para modernizarlas "de verdad"

La política de gestión de otros espacios turísticos o con potencial es más increíble todavía. Puntos de interés turístico o cultural han sido convertidos en meros parques de atracciones, destinados a chupar el dinero a los cientos de turistas chinos que en paquetes acuden a verlas. Tienen las cosas claras: el dinero es lo primero. El interés cultural ya vendrá mas tarde (ja!).

Ejemplo 1: el Grape Valley en Turfan. Un valle famoso por su cultivo de la uva. El turista que allí acude (en grupo si es chino, of course) hace 5 paradas en lugares de interés (comercial, digo yo): uno en una casa típica de la zona (recién construida a tal efecto en mitad del campo, en la cual uno puede fotografiarse con un viejo uygur instalado allí para eso) Se llega allí tras andar 1 kilómetro por puestos de souvenirs. Otra parada en una carpa de circo (con trapecistas y todo, aunque no nos quedamos para ver si los malabares los hacían con uvas o no, porque no acabamos de ver que tiene que ver el circo con la uva) También se llega tras otros kilómetros de puestos de souvenirs. Otra mas en un supuesto museo en el cual había danzas tradicionales (ja!) con mas puestos de souvenirs... y no sigo porque así todo. Pero de ver la uva, como se cultiva, recolecta y procesa nada. Pero nada. O bueno, lo que consiguen ver desde la ventana del autobús... Y todo eso por la módica suma de 8 dólares per capita (aunque si compras la entrada al chino en la reventa de entrada salen a solo 3 dólares... cosa que por supuesto hicimos!)

Si hay un lugar o ciudad que quieren desarrollar y no tiene suficientes atractivos turísticos, pues los crean. Vaya que se dedican a restaurar por completo o reproducir antiguos monumentos o palacios para crear nuevos visitantes, turistas y ingresos por ventas de entradas. Que un día existió un palacio en una ciudad X? Que hoy no quedan los cimientos de las ruinas? Pues que hacen? Efectivamente, lo reconstruyen, a imagen y semejanza del que un día hubo y listos, ya pueden traer a turistas y cobrar más entradas. Lo peor? Que cobran precios como si fuesen auténticos y reliquias históricas y son falsos y fríos. Vaya, lo que nosotros llamamos tomadura de pelo. No se como se dirá en chino.

Ejemplo 2 (y no nos faltan): Que un día hubo un minarete, bellamente decorado, con una mezquita anexa y un cementerio, de la que hoy solo quedan los restos? Manos a la obra: Resultado, el famoso minarete de Turfan. Entrada, otros 30 yuanes o 4 dólares. Preciooooso. Como comer comida congelada.

Ejemplo 3 (o de como aprovecharse de la naturaleza) Con cosas como las dunas de Dunhuang, brutales, espectaculares, enormes. 100 metros de altura. O más, tocando el pueblo, en el borde del oasis, accesibles para cualquiera. Van a dejar que vengan turistas a ellas para verlas sin beneficios directos? Que disfruten del desierto a sus anchas? Por supuesto que no! Es mejor ponerles una valla de 5 kilómetros (lo que el pueblo toca con las dunas) para asegurarse así de que todos los turistas entren por la puerta principal a las dunas (y todos a la vez, que así mola mas, cuantos más y más juntitos, mejor!) y paguen, ni más ni menos que 10 dólares! Lo bueno es que dentro puedes, además, gastarte mas dinero en camellos que te suban las dunas, jeeps, parapentes o bajando en trineo por las dunas... En fin, la idea es que nadie ande por las dunas libremente sin pagar (salvo que saltes la valla, opción seguida por nosotros para ver la puesta de sol desde lo alto de una duna y que, por supuesto, acabo con un segurata gritándonos en la oreja durante media hora)

Ejemplo 4 (y ultimo para no aburrir mas) Las cuevas budistas en Dunhuang. Con pinturas y esculturas, de las primeras de su época. Tienen 16 cuevas en buen estado de conservación pero no van a enseñártelas todas. Aunque estés tu solo en las cuevas. Es más fácil cobrarte 4 dólares por cabeza y enseñarte solo 6. Así trabajan menos y tu, como ya has visto mas de una, ya puedes contarles a tu familia y amigos que estuviste en las cuevas de los mil budhas en Dunhuang. Veis que fácil?

Así que ya no sabemos muy bien que buscar en China. Lo que parecían pequeños pueblos en el mapa son ciudades con decenas de miles de personas. Sin carácter, sin interés. Lo que parecen grandes reclamos turísticos son grandes estafas saca-dinero. La ruta de la seda y sus atractivos oasis tocan a su fin y vamos a salirnos de lo turisticamente interesante para intentar buscar un poco de eso que China debió ser o tener una vez y que, de seguir así, van a perder en tan poco tiempo. Aquí el que tuvo no retuvo.

 

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