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5, 2005 - Myanmar en dos crónicas. Crónica 1 Y
entonces uno mira atrás y se da cuenta de lo que ha hecho... He
pasado por Turquía, amistoso país democrático, siempre que los resultados
de las elecciones satisfagan a los militares. Luego
por Irán, una democracia en la que hombres y mujeres pueden votar, siempre y
cuando los candidatos sean bien conservadores y no se salgan del patrón
establecido durante la revolución islamista. Después
vino Turkmenistán, un país dirigido por el antiguo gobernador de la región
durante la USSR, un ex KGB que gobierna también democráticamente el país a
base de temor, espionaje y represión. Siguiendo
Uzbekistán. Mas de lo mismo, solo que en este hay matanzas de cientos de
personas cuando las manifestaciones de la gente en Fergana no le gustan al
Presi. Y no quiere dar explicaciones ni a la ONU. Y
más. Tayikistán. Salió de la guerra civil hace apenas 5 años. Clanes se
pelearon desde la caída del muro por gobernar el pobre y montañoso país. Y
aun más. Kyrgystan. Donde la democracia tiene que reivindicarse en la calle,
y donde 3 meses antes de nuestra entrada, miles de personas echaron del poder
al Presi de turno para pedir nuevas elecciones (cosa que lograron) Y
finalmente China, que casi lo mismo. Monopartido comunista, en el que el
pueblo puede elegir entre rojo o rojo, y siempre mas interesado en el
capitalismo que seguir las recomendaciones del libro rojo del Sr. Mao. Bonito
balance. Pero faltaba algo por añadir. Alguien ya se habrá dado cuenta,
verdad? Efectivamente,
una dictadura. Así que no podíamos dejar de visitar un país llamado Myanmar
(Birmania) para ver en nuestras carnes las dificultades del pueblo en estas
circunstancias y las que los viajeros tienen en esos países, cuando quieren
intentar verlos. Estaba en el camino y si hacían falta excusas, la ruta de la
seda pasaba por allí y el Sr Marco Polo también la visito. Aunque
la realidad es que al Gobierno Myanamareno (si se dice así) no le gusta que
los turistas vengan. Pero le molan nuestros dólares. Así que el arreglo es fácil.
Nos dejan entrar mas o menos fácil (visas baratas, sin mas burocracias que
pagar los treinta dólares) y nos dejan ver el país. Pero el que ellos
quieren. Porque más de la mitad del país esta vetado. Supongo que no quieren
que veamos las regiones donde la gente vive en la miseria absoluta. O donde la
explotación infantil es evidente y obvia. O donde el cultivo y trafico de
drogas son la actividad económica más lucrativa para este gobierno, que se
mantiene con las armas en el poder. Así
que "Por favor, señor turista, entre y venga a visitar nuestro bonito país.
Gaste dólares. Muchos. Le intentaremos ayudar a hacerlo. Para empezar tiene
que volar en avión para entrar y salir del país. No cruce por tierra, que es
muy barato y además, en alguna frontera alguna de las guerrillas que operan
en contra del gobierno podría hacerle daño. Así que venga a ver Mandalay,
Bagan, Lago Inle, Yangon y, bueno, con eso se hará una idea de nuestro país
y de la amabilidad de su gente". Y
que remedio? Pues hay otras zonas a visitar, como las ruinas de Mrauk, a las
que solo puedes llegar en avión (estatal) o barco a precio de avión. O Myek,
un archipiélago como los mejores de Tailandia al que solo puedes llegar en
avión (estatal) o nuevamente en barco a precio de avión. Pero aunque hubiésemos
volado allí no podríamos haber hecho mas que visitar esos sitios, no los
alrededores ni otros pueblos, pues eso no le gusta al Gobierno. Es decir
"Sr. Turista, haga lo que todos, vea lo que todos, que ya le será
suficiente". Y
la verdad es que aun con estos impedimentos, Myanmar es un país interesante y
que hemos disfrutado, aunque hayamos acabado rendidos, exhaustos.
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